Respira...

Seis y cuarto de la tarde, habitación 6 de la Clínica San Juan en Cuernavaca, ahí estaba yo, un seis de febrero del 2021, no sabía que ese era el día de nuestra cita, te esperaba unas semanas despúes, pero todo estaba escrito ya, ese día empezaría a vivirte a vivirnos juntas.
Uno de mis mayores temores, los hospitales, los doctores y las agujas, pero no me negaría a nada, era necesario. Mientras las enfermeras me preparaban yo pensaba en qué pasaría y como sería todo, pero no tenía miedo, una ola de emociones me inundaban, pero una paz en mi interior me atraía a mirar hasta lo más profundo de mis anhelos, eras lo que alguna vez en oración había pedido y aunque realmente no estaba segura de haber sido el tiempo correcto, hoy sé que lo era y que nada es a destiempo, no sé exactamente el lugar en el que estabas antes de llegar conmigo, pero tengo la certeza de que tu embrión vieron los ojos de tu creador y de Él es de quien buscaré enseñarte…
De pronto todo mi cuerpo quedo sin fuerzas, mis ojos pesaban, mis brazos y piernas estaban inmóviles, una luz blanca alumbraba mi rostro y yo sentía que nunca había estado tan relajada como en ese momento, unos cuantos minutos pasaron, algunos movimientos casi imperceptibles hasta que de pronto un pequeño y ahogado llanto se escucho a lo lejos, mis oídos se mantenían activos a pesar de la anestesia, sentí unas pequeñas ganas de llorar al escucharte pero mis ojos pesaban tanto que no pude, solo pude susurrar un “gracias…” dirigido claramente al Dios que quiero presentarte.
Un momento despúes escuchaba la voz de una doctora, decía que estabas teniendo algunas dificultades para respirar pues habías nacido algunas semanas a anticipadas, habia oxígeno en tu carita ayudándole a tus pulmones a funcionar, tenías que aprender a calmarte, tomarte el tiempo de inhalar y exhalar con paciencia para entonces soltar tus primeros alientos de vida, pidieron a papá hablarte, eso haría que reconocieras su voz y supieras que todo iba bien… “ tranquila mi amor, todo esta bien” decía papá mientras tu seguías tratando de conseguir un aliviado respiro, lo reconociste y fue como si eso te impulsara a respirar con tranquilidad y esa, Luciana, sería tu primer lección de vida, respirar, respirar y aprender que debemos tomarnos el tiempo de inhalar y exhalar pacientemente para encontrar la calma, aplica en cualquier momento que vivas.
¿Sabes? Cuando Dios creo al primer hombre en la tierra soplo en él para que pudiera vivir, lo mismo hizo contigo, cada bocanada de aire que inhalabas significaba vida, vida que Él enviaba a tu cuerpo y eso no viene más que del cielo, recuérdalo siempre. Asi que hazlo siempre, respira con paciencia y recuerda que con cada respiro traes el cielo a la tierra y eso bastará para saber que todo estará bien, que todo pasa, la vida sigue y seguimos respirando, que cada aliento te recuerde que desde el primer momento pudiste, que desde tus primeros minutos de vida aprendiste de paciencia, aprendiste a escuchar, aprendiste a tener control de una ansiedad desconocida y te enfocaste en lo importante inhalar y soltar, no importaba nada, solo vivir, una voz te fortalecía aunque no le veías y esa voz y la mía estarán siempre para impulsarte, pero quiero enseñarte que siempre habrá una voz más grande que la de papá y mamá y es la de aquel que te formó, aprenderás a escucharla en las pequeñas cosas, no será necesario verlo, deberás creer sin ver, eso se llama fe y se trata entre otras cosas de confiar en un Dios que no se ve pero que se siente y se mira en las pequeñas y grandes cosas, yo por ejemplo puedo verlo en ti, no hay mayor muestra de su existencia que tu presencia, tu aliento es sobrenatural, cada célula, hueso y parte de ti es un milagro, te hizo perfecta y a mí me mostró gracia, significa tener sin merecer, contigo, Dios me enseñó que somos capaces de vivir con tan solo tomarnos el tiempo de respirar con los movimientos correctos como tú los hiciste el día que naciste, lo hiciste tan bien, que no necesitaste ayuda de un respirador, pasaste la noche repitiendo con paciencia ese patrón de inhalar y exhalar hasta que se hizo parte de ti, inconscientemente pudiste saber que ser constante era la clave y asi será siempre, lo puedes lograr todo Luciana, todo lo que te propongas lo harás si tan solo escuchas la voz, tienes paciencia y respiras…
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