Vida con propósito...
Han pasado ya seis meses, parece poco pero ha sido mucho lo que ha pasado, verte crecer y crecer bien ha sido gratificante, comparar el tamaño que tenías aquel 6 de febrero al día de hoy me ha hecho darme cuenta que la vida está pasando y pasando rápido, mucho han dicho “disfrútala porque crecen rápido” pero creo que has ido a tu ritmo y para ser reales (porque la vida no se trata de que todo sea bello) ha sido agotador y encantador al mismo tiempo, nos hemos ido conociendo y digo nos, porque sé que tú también empiezas a reconocerme, cada vez lo hacemos mejor, algunos días son más difíciles que otros y cada día tan solo hace falta una mirada o una sonrisa para saber que somos tú y yo... ya viste y aprendiste cosas nuevas y aunque no lo entiendas aún, yo también he aprendido mucho, ambas, a veces con mucho esfuerzo, hemos ido formando nuevos hábitos, hemos podido juntas aprender de disciplina, aún no lo hacemos perfecto pero hemos visto resultados, todo para hoy poder escribirte y decirte Luciana, que esto es parte de la vida, la constancia te llevará a obtener buenos resultados, habrá momentos de frustración que creerás que no está sirviendo tu esfuerzo pero sigue siendo constante, aguanta un poco más que ya casi llega el resultado, la vida se trata de crear nuevas experiencias, conocer nuevas cosas, probar nuevos sabores, visualizar colores, identificar rostros y lograr tener control sobre las emociones, todo esto son solo algunas situaciones que vivirás a diario, no sé cuándo será el día que leas esto pero quiero contarte que hoy estás maravillada con cada cosa que descubres, hoy hasta los más pequeños detalles en el ambiente, en la comida, en las personas te parecen extraordinarios y quiero recordarte que así debe ser siempre, no dejes que lo extraordinario se vuelva común, encuentra la maravilla en cada cosa que ves, que escuchas que pruebas.
Tu estancia en la tierra tiene peso, pero no de ese que llevas sobre los hombros si no de ese que te da seguridad y fuerza, eres bendecida tan solo por ser tú y ahora te contaré porque: Desde que supimos que llegabas la noticia corrió y personas que ni siquiera conocíamos estaban pendientes de tu llegada, ropa y regalos llegaron a ti sin siquiera conocerte o conocernos a papá y a mi, tu llegada era expectante y el día que naciste, aunque nos tomaste por sorpresa, no fue necesario buscar mucho, tan solo correr a recoger lo que ya se había preparado para ti, a todo eso Luciana, se le llama bendición y viene del cielo, bendición es contar con un guardarropa repleto de colores y texturas, de tamaños y formas, que lograrían vestirte por muchos meses e incluso años sin que papá o mamá tuvieran que comprar nada más, bendición es haber recibido regalos de aquellos que tan solo de oídas supieron de ti, bendición es saber que aunque las posibilidades médicas eran complicadas llegaste y teníamos una familia ofreciendo un hospital para recibirte y no importaba el costo, se trataba de ti, bendición es que aunque apenas te estabas formando esa familia ya planeaba y buscaba una beca en una escuela para ti, desde antes de nacer ya eras extremadamente amada, hoy, aquellos brazos de los abuelos que esperaban a papá o a mamá con emoción anhelan recibirte a ti y no es para nada algo que nos entristezca pues solo es la certeza de que nunca caminarás sola.
No teníamos idea cómo serías y ni siquiera sabíamos cuál era el plan para cuidarte, pero ¿sabes? Todo tiene un propósito y Dios siempre prepara el camino... comprende que eres afortunada de vivir, comprende que el esfuerzo que hiciste el día que naciste para respirar tiene propósito, ese Luciana, ese fue tu primer logro tienes el propósito de vivir la vida y hacer algo bueno de ella, encuentra la definición de lo que para ti es ese “algo bueno” y persíguelo, el futuro es incierto pero es tuyo, eres capaz de crear lo que te propongas si te esfuerzas y eres valiente, aún no lo sabes ni lo adquieres todo pero estamos trabajando para ello, en todo hay propósito y tú tienes uno que juntas iremos descubriendo...
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