top of page
Buscar

Mis pláticas con Dios. Parte 2

Foto del escritor: Azalea MtzsAzalea Mtzs

Amor como al hijo pródigo.


-Enséñanos a acércanos más a ti, aún con nuestras fallas, que tengamos la certeza de que, aunque no te merecemos nos amas…

Fue la oración que hacía aquella noche de enero mientras mi mente pensaba sobre las veces que creemos que necesitamos ser perfectos para acércanos a Dios, para hablarle, para pedirle ayuda, ¿Cuántas veces nosotros mismos ponemos limitantes para acércanos porque nos sentimos inmerecedores de su gracia y de su amor? ¿Por qué nos es difícil entender que el verdadero amor, el amor que Dios nos da no juzga lo que hemos hecho? ¿amor? ¿cómo sabemos que estamos amando de la manera correcta?; todas esas preguntas surgían en mi corazón y Él las conocía y como muchas otras noches estaba ahí para platicar conmigo, para responder a cada cuestión que lanzaba al aire mi cabeza, ahí estaba otra vez, enseñándome cosas nuevas, respondiendo siempre con tanta firmeza que no quedaba duda de su existencia, ahí estaba nuevamente rompiendo esquemas y entablando nuevos lemas y con toda franqueza llego así su respuesta:

Cuando un pecador se acerca yo me visto de magnificencia y me pongo mis mejores galas para recibirlo, me alegro porque están de vuelta y no me pregunto en donde estuvieron ni en que fallaron, solo me alegro por tenerlos de vuelta; cuando un pastor encuentra a la oveja que se perdió no le importa donde estuvo y no le importa porque se fue ni con quien estuvo, el pastor se alegra de haberla encontrado y lo que hace, es sanar sus heridas y aún poner sus lágrimas en un redoma; eso yo lo convierto en agua para darle de beber y la hago pasear por pastos delicados para que coma hasta saciarse, para que cuando la oveja pase por el valle de sombra y de muerte esté confiada en que el pastor le va a dar lo que necesita, le va dar de comer y de beber, eso es mi amor, pero muchas personas no se acercan porque están pensando en los pecados que cometieron, porque se sienten avergonzados, pero son pecados que yo no voy a considerar cuando estén conmigo, no me importa lo que hicieron, no me importa donde estuvieron, estoy alegre porque están de vuelta, mi amor es así y eso es lo que yo quiero que aprendas, la manera de amar que tengo. Uno de los grandes mandamientos es amar a Dios y el segundo es semejante, amar a tu prójimo.

Enseguida, pregunté: -¿por qué amar al prójimo se equipara a amar a Dios y porque los dos son semejantes?

Él respondió: -Porque es fácil decir que amas a Dios, es fácil amar a aquél que te creo, muchos dicen que aman a Dios pero amarlo sin amar a tu prójimo no significa amar, amar al prójimo significa amarlo como es, cada persona tiene una cualidad que yo puse, cada persona tiene una parte de mí que tú debes amar, porque en todas las personas puedes encontrar algo de mí y eso es amarme de verdad, por eso es que uno no puede ir sin el otro, por eso son semejantes, no puedes amar a Dios sin amar a tu prójimo, no puedes amar a tu prójimo sin amar a Dios, debes amar como yo amo, cuando llegue la persona correcta para ti tienes que amarlo como es, no intentar cambiarlo, habrá cosas que te harán dudar de que es el que yo escogí para ti pero esas cosas son las que tienes que amar, ama como yo amo, ama a tus padres de tal manera que ellos sepan que en cualquier adversidad tu amor los sostiene y tu amor los levanta, ama a tu hermano así como es, no intentes cambiar nada, ámalo como es, ama cada circunstancia que has vivido, ama cada situación porque esas situaciones son las que te han formado, son las que te han hecho ser lo que eres ahora, lo que yo quiero que seas, ama cada cosa que has vivido y ama a mi iglesia porque yo los formé, ámalos y dales lo mejor de ti, haz las cosas por ellos como si fuera algo que haces para ti, entrégales lo mejor, esa es mi forma de amar, así amo yo.  

Pueden parecer palabras simples, palabras escuchadas toda la vida, pero para mí, escucharlas y vivirlas de esa manera esa noche, cambiaron la perspectiva que tenía del amor y de lo que Dios es conmigo cuando le fallo, hoy sé que no habría nada que yo pudiera hacer para que Él dejara de amarme, que no importa a donde vaya Él me espera, que no importa lo que haga, me mira con gracia, que su amor es tan grande que no lo comprendo y no sé porque considera que lo valgo, pero sé que sabe de lealtad, sé que su fidelidad es firme y que no solo lo dijo sino que demostró con hechos que daría la vida entera por tenerme cerca y eso es lo que quiere que tú comprendas, que te espera, que te ama, que no ir a Él “por no estar bien” equivale a no ir al doctor por estar enfermo, que no importa cuanto te alejaste ni a donde fuiste, si regresas con un corazón dispuesto, sanará tus heridas y te hará descansar en Él, ¡atrévete a amar como Dios ama!.

 
 
 

Comments


© 2023 by The Beauty Room. Proudly created with Wix.com

bottom of page