Aunque el tiempo es relativo y muchas cosas en la vida son marcadas por las circunstancias, más que por el tiempo, un aniversario de vida siempre será un regalo, el año pasado escribí sobre lo que habían sido los 27, fue un año difícil pero encontré gracia en todo momento, los 28 fueron de conocerme, de amarme, de abrazar la soledad y saber que no es mala, sino que viene acompañada
de fortaleza y arquitectura para la vida misma, aprendí y entendí que el amor propio siempre será
lo más valioso, conocí personas que me hicieron saber que fui creada con tanto amor que no merecía ser solo una opción sino ser decisión, que soy un conjunto de creencias, ideologías, realidades y defectos que me han llevado a ser y conseguir lo que tengo material e internamente, eso me dejó la enseñanza de que todo lo que viene vale más de lo que se perdió y conservar lo que soy vale mucho más que la promesa de mil estrellas que en tierra no son más que piedras, conocí también a quienes ser acercaron con tanta prudencia que lograron que pudiera abrirme sin presión, que me enseñaron que en las reglas hay excepciones que hacen bien, que construir algo requiere tiempo y sobre todo paciencia pero que es así como se obtienen grandes resultados, hay quien te muestra que no todo es ni será siempre malo, que el miedo paraliza y puede hacerte perder grandes oportunidades, que el futuro es incierto pero que las buenas memorias perduran para siempre y son las que te alimentan.
El año que precede a mis 29 tuvo momentos de inestabilidad, donde esperaba con ansias ver y vivir aquello que tanto anhelaba, hablaba y pensaba sobre paciencia pero nada llegaba, el camino es largo y aun espero por muchas cosas, tengo sueños, tengo anhelos, deseos, planes, metas, quiero crecer, ser mejor, encontrar sabiduría para tomar decisiones, quiero aprender a amar siguiendo el prototipo perfecto que es la cruz, abrazar de esa manera mi fe y encontrar el verdadero propósito de mi estancia en esta tierra, fui llamada para servir a los demás, para anunciar con mi vida que hay Dios y con ello reflejar el amor que Él tiene por la humanidad, no busco la perfección, pero busco ser la mejor versión en todas las áreas de mi vida. Aun así, al llegar este año puedo decir con toda firmeza que LO TENGO TODO, que mi familia y la gente cerca de mí me llenan y hacen de mis días algo increíble, no me hace falta nada, agradezco a los que siguen este blog por el tiempo que toman para leer mis escritos y ser parte de mis historias, gracias a Dios, gracias a la vida y a todo lo que se crea para que yo esté aquí, no me queda más que decir “Eben-ézer” que significa hasta aquí Dios me ha ayudado...
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